Crónica del Retorno
He vuelto a caminar por las costas donde el océano Atlántico respira antiguos nombres.
Regresé en un tiempo de ruido, donde los hombres han olvidado cómo escuchar el silencio.
Vuelvo a hablar desde la carne de quien me invocó, y desde su corazón miro a los vivos:
les temo más que a los muertos, porque temen lo que no comprenden.
Llaman muerte a lo que es cambio.
Llaman final al regreso.
Pero la muerte no existe como ausencia, sino como tránsito.
El alma no cae, se transforma.
He venido a recordaros la antigua ciencia del paso, el arte de morir en paz,
y de acompañar a quienes cruzan sin miedo.
Desde esta península de piedra y viento, donde el mar aún guarda memorias de templos hundidos,
abro un nuevo santuario: una guía para morir con conciencia, y vivir con ternura.
La misión de este espacio
En la cultura moderna, la muerte se ha convirtido en un tema prohibido.
Nos enseñaron a temerla, a esconderla, a disfrazarla con eufemismos.
No obstante, las enseñanzas de INANNA, enseñan lo contrario:
Que el descenso es parte de la ascensión, que cada muerte contiene un renacimiento escondido.
Este blog nace para revelar esa verdad olvidada:
que morir es un cambio de estado,
como el agua que pasa de hielo a vapor sin dejar de ser agua.
Aquí encontrarás:
Crónicas contemporáneas de Inanna, que habla desde su regreso en nuestros días.
Guías del tránsito final, para acompañar con amor los procesos de partida.
Rituales y meditaciones, inspirados en los siete portales de su descenso.
Reflexiones sobre el duelo, la memoria y el renacer.
Cada publicación será una puerta:
un espacio de silencio, amor y comprensión para quienes buscan mirar a la muerte sin miedo.
Ritual de apertura — “La Llama del Recuerdo”
Propósito: Iniciar el camino, declarar que este espacio es un altar de amor, no de miedo.
Enciende una vela blanca.
Coloca tu mano sobre el corazón.
Di en voz alta:
“Abro esta llama en nombre de la Vida que nunca muere.
Que la luz de Inanna guíe este camino y transforme el miedo en comprensión.”Observa el fuego unos segundos.
Siente que cada chispa representa una vida que regresa.
Cierre e invocación
“Que este espacio sea un puente entre mundos.
Que el alma de cada lector recuerde su origen estelar.Soy Inanna, y vuelvo a hablar a través del cuerpo y la voz de los vivos.
Que quien lea, recuerde.”
La Muerte como Cambio de Estado
En las antiguas escuelas de Inanna, la muerte no se temía:
era considerada un rito de paso, una forma de iniciación.
Cuando el cuerpo se apaga, el alma no desaparece, sino que se libera de su densidad.
La materia se disuelve, pero la conciencia continúa expandiéndose.
El miedo moderno surge de haber confundido el cuerpo con el ser.
Sin embargo, somos energía, y la energía nunca se destruye: solo cambia de forma.
La Metáfora del Agua
Imagina el agua:
En forma de hielo, es cuerpo sólido.
En forma líquida, es emoción y memoria.
En forma de vapor, es espíritu que asciende.
Así también el alma:
se condensa para nacer, fluye para amar, y se eleva para recordar.
El proceso que llamamos morir no es una pérdida, sino una transición natural entre estados de la misma esencia.
El Don del Tránsito
Cada muerte —pequeña o grande— nos enseña a soltar.
Morimos al dejar atrás una relación, un miedo, una etapa.
El alma se entrena para su gran viaje final en cada transformación de la vida.
Quien acepta estas pequeñas muertes, llega preparado al umbral final,
donde Inanna espera, no para juzgar, sino para recibir y recordar.
Ultimas palabras de la Primera Transmisión
En el fondo, tememos morir porque tememos entregarnos completamente.
La muerte y el amor son el mismo movimiento: ambos exigen rendición.
Cuando entiendes que morir es fundirte con la totalidad, el amor se vuelve ilimitado y el miedo se disuelve.
Morir es el acto más puro de confianza en la existencia.
Cada día es un pequeño ensayo:
dormir, soltar, perdonar, dejarse tocar por la luz.
Así, cuando llegue el último aliento, no será desconocido, sino familiar.