La Sangre Recuerda Antes que la Mente
Las Sesiones de Medicina Sagrada en Barcelona
Vivimos tiempos donde la mente intenta explicarlo todo, pero hay memorias que no pertenecen al pensamiento: viven en la sangre.
En cada latido, en cada respiración, en cada lágrima, se esconde la historia de tu linaje.
Cuando te acercas a la medicina sagrada, sea ayahuasca, cacao, psilocibina, Amanita muscaria u otas medicinas sagras, lo que realmente despierta no es una visión externa, sino una voz antigua que susurra desde dentro:
“Recuerda quién eres.”
La Medicina como Puente de la Sangre Viva
En las enseñanzas de Inanna, la Reina de los Cielos y de la Tierra, la sangre es una biblioteca viva.
Guarda las experiencias de tus ancestros, sus batallas, sus amores, sus dolores y sus victorias.
Las medicinas sagradas actúan como un catalizador bioespiritual, removiendo la densidad que impide que esa memoria fluya.
Cuando la medicina abre el cuerpo, lo hace para permitir que la sangre hable, que los recuerdos olvidados emerjan como visiones, canciones o temblores.
Así, cada ceremonia es una forma de arqueología sagrada:
no buscamos el pasado en las piedras, sino en las células.
Del Dolor a la Resurrección
El proceso puede ser intenso.
La sangre no solo recuerda lo bello; también trae a la superficie lo que fue negado: miedos, abusos, olvidos, traumas.
Pero ese es el primer paso de la resurrección con vida:
dejar morir lo que ya no pertenece a tu verdad.
Cada lágrima es un río de purificación,
cada vómito, una ofrenda de liberación,
cada canto, una declaración de soberanía.
La medicina no te destruye: te devuelve.
Barcelona: Tierra de Renacimientos
La Península Ibérica —especialmente Barcelona y sus montañas cercanas— es una tierra donde los antiguos pueblos ya honraban la medicina de la tierra.
Desde las cúpulas dolménicas hasta los templos naturales, los antiguos sabían que la sangre del ser humano y la savia de la tierra son una misma corriente.
Hoy, los círculos de medicina que florecen en la región son parte del mismo legado: una red viva que continúa el trabajo de las sacerdotisas de Inanna y las tribus del Sol y la Luna.
El Mensaje del Corazón
La mente intenta comprender la ceremonia.
El corazón solo recuerda.
Y cuando recuerdas, no necesitas entender.
Solo vives.
Porque resucitar con vida no es un acto místico lejano:
es volver al pulso original de tu sangre.
Ese que late igual en ti, en tus ancestros y en la Tierra misma.
Cierre ritual
“Yo soy la hija de la sangre,
el hijo del sol y de la luna.
En mí laten todos los que fueron,
y todos los que vendrán.”
🌸 Inhala. Exhala. Tu sangre está viva.